MIRARTE DESDE AQUÍ

José Antonio Quintanar Sánchez

(Primer lugar del XXI Certamen Literario Juana Santacruz)

 Todo se reduce, y te parecerá extraño en verdad, a la fascinación que me despierta cada una de las pantomimas que reproduces de forma anónima. Como un pabellón de asombros escondidos bajo tierra.

Mi labor siempre ha sido superflua, llena de hedonismo vulgar a las modas. Y la tuya, tan intelectual, plagada de números, sumas, restas; perpetuamente oculta dentro de una muralla de declaraciones fiscales que son el motor por medio del cual la boutique puede sobrevivir.

Insólita es esa mujer que eres cuando, detrás de los lentes de contadora miope, tus ojos desnudan y desarman todos los objetos que te rodean, descomponiéndolos en ecuaciones numéricas, esqueletos algebraicos que delatan su fragilidad, su auténtica naturaleza. Me gustas cuando te vuelves un ensimismamiento orgánico en tu trabajo. O  cuando, súbitamente, una risa solitaria tantea el silencio de la oficina y, desde mi puesto inamovible, puedo ver nacer los indicios onomatopéyicos de tu carcajada, dibujados en el aire, como si la vida fuera una historieta de niños. También me gustas cuando, consciente del juego de los celos, me diriges una sonrisa, un guiño fugaz, y luego te acercas al oído del gerente con tu susurro de almíbar para decirle: “¿Podríamos deshacernos de ese maniquí? A veces siento como si me mirara”.

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