La digitalización abarca desde el año previo al inicio de la Guerra Civil española hasta el fin de la II Guerra Mundial

El éxodo de españoles que tuvieron que huir cuando la causa republicana fue derrotada por el franquismo durante la Guerra Civil fue masivo. Se calcula que casi medio millón de personas buscaron refugio en el país vecino, Francia, lugar donde la Embajada de México se convirtió en sinónimo de vida, oportunidad y esperanza para miles, gracias a la apertura del Gobierno encabezado por Lázaro Cárdenas.

Las décadas de los treinta y los cuarenta están marcadas por diversos sucesos determinantes para la historia mundial: uno es el cruento enfrentamiento bélico español, con el exilio y la instauración de la dictadura; sin embargo, también se cuenta el ascenso del fascismo en Europa, el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la ocupación nazi en Francia y otros muchos acontecimientos que quedaron plasmados en miles de documentos diplomáticos que hoy, gracias a la gestión de diversas instituciones, será posible consultar libremente desde cualquier computadora.

Derivado de un convenio firmado en 2015 entre la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, el Centro de Estudios de Migraciones y Exilios de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (CEME-UNED), la Cátedra del Exilio de la Fundación Pablo Iglesias y el Ateneo Español de México, más de 170 mil documentos depositados en el Acervo Histórico Diplomático de la cancillería mexicana provenientes del fondo de la Embajada de México en Francia entre 1935 a 1945 fueron descritos, catalogados y digitalizados por una docena de profesionales que trabajaron durante año y medio para contar con un acervo documental de 4.3 terabytes que pudiera ser de fácil acceso para los usuarios.

Tan solo los trabajos de descripción duraron seis meses, ya que se revisaron detalladamente, se foliaron y resumieron más de mil 800 expedientes diplomáticos, para que las personas que consulten el archivo puedan saber qué contiene. Posteriormente, se realizaron los trabajos de digitalización —mismos que estuvieron a cargo de la empresa Sirio Global Information— y se asignó un número a cada expediente.

En la entrega del trabajo final, que se realizó este miércoles 6 de diciembre en la Ciudad de México, estuvieron presentes David Alejandro Olvera Ayes, director general del Acervo Histórico Diplomático de la SRE, Jorge Fuentes Hernández, director de Archivo de la misma dependencia, Ernesto Casanova Caloto, presidente del Ateneo Español de México, Aurelio Martín Nájera, representante de la Cátedra del Exilio de la Fundación Pablo Iglesias, Lourdes Espino Torres de la empresa Sirio Global y Hugo Martínez Acosta, técnico académico del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC), quien coordinó los trabajos de catalogación y descripción, mismos que estuvieron dirigidos por Elvia Ramírez.

Entre los numerosos documentos digitalizados se pueden encontrar listados de personas trasladadas en los diferentes barcos del exilio, emotivas misivas de agradecimiento a México, diversos pronunciamientos donde se hace manifiesto el carácter antifascista del Gobierno mexicano, así como cartas manuscritas dirigidas a la Embajada y al Consulado solicitando asilo del otro lado del Atlántico, incluyendo el periodo en que Gilberto Bosques realizó sus históricas gestiones para apoyar el refugio de miles de personas.

Estos documentos, que son testimonio de acontecimientos que no solo fueron importantes para la relación binacional entre México y Francia, sino para toda la historia mundial del siglo XX, estarán disponibles en las páginas web del Acervo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (www.acervo.sre.gob.mx ), del Ateneo Español de México (www.ateneoesmex.com) y de la Fundación Pablo Iglesias (http://www.fpabloiglesias.es/archivo-y-biblioteca) para su consulta pública, lo cual será dado a conocer por las instituciones en un evento público. Muy probablemente, estos archivos abrirán nuevas líneas de investigación entre los especialistas, además de resultar interesantes para los numerosos descendientes de las personas cuyas vidas, o por lo menos un fragmento de ellas, está contada en sus páginas, ahora virtuales.

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