El 13 de junio de 1939, el buque de vapor francés Sinaia atracó en el puerto mexicano de Veracruz, trayendo consigo a muchos de los primeros exiliados españoles que llegaron a nuestro país, gracias a la generosidad del presidente Lázaro Cárdenas, tras el triunfo del golpe fascista contra el Gobierno de la República.

En nuestra Biblioteca se pueden encontrar valiosos documentos vinculados con este importante acontecimiento. Entre los más destacados, se encuentran los diarios del Sinaia, una publicación que los propios emigrantes realizaron durante su recorrido a través del Atlántico. En estos diarios apareció el emblemático poema de Pedro Garfias “Entre España y México”, el cual reproducimos a continuación como un homenaje a todas las personas que tuvieron que abandonar su país en aquellas circunstancias y fueron recibidos en esta tierra hospitalaria que les abrió las puertas.

Entre España y México

A bordo del Sinaia

Qué hilo tan fino, qué delgado junco
—de acero fiel —nos une y nos separa
con España presente en el recuerdo,
con México presente en la esperanza.
Repite el mar sus cóncavos azules,
repite el cielo sus tranquilas aguas
y entre el cielo y el mar ensayan vuelos
de análoga ambición, nuestras miradas.

España que perdimos, no nos pierdas;
guárdanos en tu frente derrumbada,
conserva a tu costado el hueco vivo
de nuestra ausencia amarga
que un día volveremos, más veloces,
sobre la densa y poderosa espalda
de este mar, con los brazos ondeantes
y el latido del mar en la garganta.

Y tú, México libre, pueblo abierto
al ágil viento y a la luz del alba,
indios de clara estirpe, campesinos
con tierras, con simientes y con máquinas;
proletarios gigantes de anchas manos
que forjan el destino de la Patria;
pueblo libre de México:
como otro tiempo por la mar salada
te va un río español de sangre roja,
de generosa sangre desbordada.
Pero eres tú esta vez quien nos conquistas,
y para siempre, ¡oh vieja y nueva España!