La calidad de un centro de enseñanza depende en gran medida de la calidad de sus maestros. Esto se puede apreciar perfectamente en las distintas instituciones fundadas por los españoles exiliados en nuestro país, como el Colegio Madrid, el Instituto Escuela o el Instituto Luis Vives, así como en las valiosas aportaciones que este colectivo hizo a través de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional o El Colegio de México, por mencionar solo algunos de los centros educativos en las que participaron notables docentes como Joaquín Álvarez Pastor, Joaquín Xirau Palau, Enrique Díez-Canedo, Antonio Ballesteros, Emilia de Ballesteros, María Zambrano, entre muchos otros.

Como decía José Ortega y Gasset, para conocer a los maestros y juzgar su obra, es menester asomarse a las vidas de sus discípulos. En ese sentido, la aportación de los maestros exiliados en México, es innegable.

Hoy, el Ateneo Español de México felicita a todos los maestros por su labor diaria en beneficio de la cultura y la educación de nuestro país.

¡Feliz día del Maestro!

Una respuesta

  1. Labor inmensa de los Ballesteros en España y en México. En España todavía sin reconocimiento.
    Espero que con los trabajos aquí (en España) aparecidos sobre ellos -especialmente sobre Antonio- y la próxima biografía -en proceso de redacción- sea reconocida su labor.
    Cualquier información que sobre ambos me puedan aportar será muy agradecida.

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